Nostalgia

   Cada vez que regreso a mis raíces, inevitablemente me entra la nostalgia, vuelvo a pensar qué hubiera sído de mi vida si no dejara todo atrás hace 30 años, quizás hoy no tendría éstos 3 hijos maravillosos a los que adoro y de los que me siento muy orgullosa, ni hubiera vivído tan intensamente como lo he hecho, quizás no habría viajado tanto ni hubiera vivído en lugares maravillosos en los que he conocído gente increíble y que me han hecho y me hacen sentir como en mi casa.

   Todo éstas vivencias y muchas más que ya he contado y seguiré contando en éste blog, me han hecho madurar a marchas forzadas, me han converdido en una mujer fuerte, aunque a veces se derrumbe y quiera tirar la toalla, alguien que sabe disfrutar de esos pequeños momentos de felicidad que te da la vida, y que me ayudan a sobrellevar y contrarrestar los malos que no son pocos, a valorar la amistad y la gente que te quiere por cómo eres y lo que vales, no por lo que tienes.

   Ayer visité la iglesia de las Esclavas y sigue igual, nada ha cambiado, sólo esa niña que tantas y tantas veces se subió al altar a cantar los domingos el cordero de Dios, las misas de gallo...sólo me faltaba la madre Cándida, un ser lleno de dulzura que sólo supo darme mucho cariño y ternura y mi hermana pequeña, en la esquinita del banco, quieta, aguantando como una campeona a que pasaran esas 5 misas para después irnos todos a jugar...ya ha llovido, pero sigue en mi recuerdo cada momento vivído allí.

 

www.disemdi.com, revista digital donde colaboro, buscarme como terremoto