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TERREMOTO_61

Tu papel como hijo

          

 

 

Tienes el  deber de ser cortès, sensato, paciente y cooperador con tus padres. Sì, sì, sè que te sacan de quicio, pero de ahora en adelante tù tienes un papel y es sencillamente éste:

 

 

Compòrtate impecablemente con ellos.

Cuida de ellos, si eso es lo que quieren o necesitan.

Apòyales, si eso es lo que quieren o necesitan.

Escùchales cuando hablen, sin perder los estribos, ni suspirar.

Aprecia que han tenido una larga y dura vida y que tienen mucha experiencia, parte de la cual puede ser útil, y tù no lo sabràs si continùas moviendo la cabeza e ignorando todo lo que dicen.

Visìtales, escrìbeles, telefonèales, comunìcate con ellos màs a menudo de lo que crees que deberìas hacerlo, aunque probablemente no tanto como ellos creen que deberìas.

No les hables mal delante de tus hijos; por el contrario, tràtales como si fueran los mejores abuelos del mundo.

Siéntete complacido cuando vengan a tu casa y permìteles ver el programa de televisión que quieran sin quejarte.

 

¿Y por què haràs todo esto? Porque ellos te dieron la vida, te criaron. Sí sí, sé que cometieron errores, pero tú les perdonas todo (…). Los padres merecen que se les trate decentemente cuando envejecen; necesitan atención y alguien que les escuche y les tome en serio, porque ellos hacen muy bien de canguros, generalemente, de forma gratuita.

 

 

Las reglas de la vida. El còdigo definitivo para una nueva vida feliz, de Richard Templar, para la editorial Pearson Educación.

www.disemdi..com, revista digital donde colaboro, buscarme como terremoto

2 comentarios

cierto señor -

Los hijos, influenciados por su juventud, tienden a olvidar que sus padres no son más que personas como ellos mismos. Todas estas imágenes distorsionadas suelen desaparecer con la madurez y, especialmente, con su propia paternidad. De ahí que me resulte un tanto extraño que se aconseje en esta dirección a unos padres respecto a los suyos propios. si tiene hijos ya habrá sufrido en sus propias carnes esa desalentadora sensación de desamparo que supone ser responsable del crecimiento de otro ser humano a pesar de nuestras limitaciones y defectos.
De todas formas, no está de más recordarlo a veces.

Besos.

oscar -

Bueno si, pero recuerdo una frase de alguien que decía algo así como: "no por tener un hijo uno se convierte en padre igual que no por tener un piano uno se convierte en pianista".
Besos