Manue y Nicanor
Ya he dicho otras veces, que he tenìdo una infancia muy feliz y que he sìdo una niña muy afortunada, porque ademàs de mis padres, he tenìdo a mis tìos que han sìdo mis segundos padres, con los que pasè largas temporadas en Madrid y siempre me hicieron sentir, como una hija para ellos.
Hoy deberìa hablar de aquellos dìas, por algo muy triste que està pasando, pero no me siento con fuerzas para hacerlo, asi que queda de momento ahì, guardadito, pero sì hablarè de otros "papàs" que tube y que tambièn me qusieron y trataron como la hija que nunca tubieron.
Hasta que cumplì los 8 años, vivì en una casa donde èramos 4 familias, nosotros vivìamos en el segundo y enfrente, puerta con puerta, un matrimonio que llevaban muchos años casados y no tenìan hijos, Manue y Nicanor.
Èl era sastre de trajes de caballeros y ella era modista y le ayudaba, tenìan en la misma casa un pequeño taller con 3 oficialas, que siempre me daban a escondidas de mi madre alguna pesetilla, para comprar en el kiosko pastillas de leche de burra o caramelos de nata, que por aquel entonces era lo que màs me gustaba.
Yo era un retaquito de 4 añitos y mì me gustaba ir a su casa porque aparte de que me consentìan con todo, me tenìan una silla pequeñita, de aquellas de madera y asiento de cuerdas, mi delantal, mi tijerita de punta roma, mi alfiletero y dedal, todo a mi medida. Por supuesto que no cosìa a esa edad, pero si alguna vez vìsteis las chaquetas los trajes una vez terminados, estàn llenos de hilvanes por todos lados y yo era la encargada de quitàrselos, me encantaba hacerlo y hasta de vez en cuando cosìa algùn que otro botòn.
Lo peor era cuando llegaba la hora de marchar, en cuanto sentìa la puerta de mi casa, me metìa debajo de la mesa donde ponìan todas las telas y trabajaban y ahì tenìa que andar mi madre con el palo de la escoba pincha que te pincha para que saliera, al final todos los dìas marchaba o enfadada o llorando.
Recuerdo los domingos antes de irme a misa siempre pasaba por casa de ellos, donde en una bombonera que tenìa en su habitaciòn estaba mi paga, o tambièn cuando me sentaba en la cocina a pelar patatas con el cuchillo especial que comprò Manue para mì, oyendo cantar a Periquìn un canario amarillo precioso y las novelas de la radio con las historietas del abuelo Porretas... o cuando me subia a una silla para poder fregar algùn que otro plato o vaso....
Nos cambiamos de casa y por la distancia no podìa seguir yendo a ayudarles, pero sè que nunca olvidaràn el momento en que aparecì en su casa vestida de novia, para ver a Nicanor que estaba encamado y muy malito, como yo tampoco olvidarè las suyas al verme.
18 comentarios
Caliam -
An -
ojos claros -
Caliam -
muaks!!! tu nada...??? yo todo!
TERREMOTO -
Cuando me encuentre con fuerzas para hacerlo respirarè ondo y escribirè sobre èl,retomarè mi vida, mientras tanto dejo miles de besos y agradecimientos...
Besos...
tumejoramig@ -
Es hermoso este homenaje para alguien que significa tanto en tu vida y ayer partió a un lugar más luminoso, al finalizar su tarea en este mundo.
Que sus palabras, sus miradas, sus sonrisas, sus complicidades para contigo sigan mimando a esa niña que está dentro de tí y la consuelen como no podemos hacerlo nadie.
Te quiero mucho corazón. Millones de besos.
pez -
Miel -
cieloazzul -
esos son los momentos que nos contienen cuando las nostalgias nos abrazan...
que mejor manera de brindar tributo a unos padres prestaditos que te disfrutaron y quisieron tanto...
ya te imagino yo, llenita de tu terremoto invadiendoles la vida de amor y candor!!
Un abrazo apretado y largo...
besos ..
Toño -
TERREMOTO -
Sirenita -
Un besote.
meiga -
mmmmmmmmmmmmmmuuuuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaaaaaaakkkkkkkkkkkkkkkkkkkk
yo tb.
oscar -
Conejín -
He tardado en venir porque he estado de pascuón ( es pá que rime) jajajaja
Un besito cosa guapa.
cierto señor -
flolirio -
Xufi -
Besines.