Arrieros somos y en el camino nos encontraremos...

   La gente que me conoce sabe de sobra que en mi corazòn no hay cabída para el odio, pero hay cosas que me pueden por eso hablo desde la rabia y la impotencia de tener la completa seguridad de que amé a alguien que jamás se lo mereció, de la misma manera que no se merece tener las hijas que tiene, que lo quisieron y adoraron por encima de todo, hasta que como a mí, se les ha ído cayendo la venda, a una antes que a otra, pero que poco a poco han ído descubriendo el hombre y el padre que eres en realidad, que sólo piensa en él, y que te la sudan lo que les pase o deje de pasar.

   Sólo deseo una cosa y es que sufras todo lo que ellas han sufrido y están sufriendo por tus desprecios y olvido y que algún día necesites de su ayuda y que tengan el suficiente valor y corage para negártela lo mismo que has hecho tú dos veces con una de ellas, pero sabes una cosa? que dudo mucho de que no te ayuden llegado el momento porque ellas tienen unos sentimientos y un corazón que no les cabe en el pecho y que a diferencia tuya jamás dejarán tirado a nadie que se lo pide, porque el llevar a un hospital a alguien que lo necesite no se le niega a nadie, ni siquiera a un animal.

  

 

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