Menos demagogia y rapidez en las adopciones de niños haitianos

   Es hora de actuar con prontitud y dejarse de demagogias y burocracia y anteponer los intereses monetarios y de cualquier otra índole para intentar en la medida de lo posible paliar las devasta doras consecuencias que por culpa de la catástrofe están viviendo tantos niños haitianos, seres inocentes que nada saben de papeleo y transacciones y que de la noche a la mañana, han perdido lo poco o mucho que tenían, pero ante eso hay cosas mucho más dolorosas, se han quedado sin sus familias,nadie que los reclame ni vele por ellos, sólos ante tanta miseria y desolación y en mucho de los casos, con graves heridas y amputaciones, aunque lo que seguro que lo que más le duele es verse sin sus seres queridos y sin futuro, sin un techo dónde vivir ni alimento o agua que llevarse a la boca.

   Es hora de que las ONG y toda y cada una de las personas que de una forma u otra tengan que ver con las adopciones, se pongan las pilas y actúen con diligencia y rapidez, hay niños que están desapareciendo, raptados por mafias que luego traficarán con ellos, dios sabe con qué fin, asi que agilicen el papeleo para que puedan ser adoptados y salir lo más pronto posible de ese infierno en el que están malviviendo, porque a eso no se le puede llamar vivir, se merecen una vida digna y hay mucha gente que está deseando adoptar y se dejan la vida el dinero y los años en ello.

    Escuché en un informativo que hay que esperar a que alguien los reclame, vale, yo puedo entender que cuando hay dudas mejor es cerciorarse, pero hay muchos que toda su familia a muerto junto a ellos, qué más prueba que esa?, también dijeron que es mejor esperar a que pasen 2 años porque podría ser traumático para ellos una adopción después de lo que han vivido, traumatica una adopcion? traumático es ver pasar los días, las horas, los minutos y los segundos ante tanto horror, sin nada que llevarse a la boca y padeciendo una vida de miseria y sólos en el mundo sin esperanza y sin futuro.

 

    Lo dicho, dejémonos de demagogias y actúemos en consecuencia a las necesidades de los niños, no las necesidades de los bolsillos de quienes manejan el cotarro y cortan el bacalao.